El MAR ARGENTINO

El Mar Argentino, con más de un millón de kilómetros cuadrados, es uno de los espacios de explotación pesquera más grandes y ricos del mundo. Sin embargo, en los últimos años, el empleo de políticas inadecuadas de explotación, la falta de controles y la corrupción se han sumado a la codicia internacional para llevar a este espacio único al borde del colapso biológico.

Geológicamente, el Mar Argentino se halla recorrido por la Plataforma Continental Submarina, el Talud y parte de la llanura abisal. La riqueza biológica de sus aguas está determinada por la presencia de dos corrientes marinas: la corriente de Malvinas, fría y de gran riqueza biológica; y la corriente de Brasil, cálida y de mayor salinidad. La primera recorre las costas patagónicas desde las aguas antárticas, mientras que la segunda lo hace desde el norte. Ambas se encuentran aproximadamente a los 38º Sur de latitud, y forman la llamada “zona de confluencia”, área de gran importancia biológica a nivel mundial.

La cadena alimentaria está sostenida por la presencia de ricas concentraciones de fitoplancton, que inicia su periodo de reproducción en el sector norte (entre octubre y noviembre) y posteriormente en el sur. El zooplancton, primer eslabón de la cadena trófica, sigue este proceso, con concentraciones importantes en el área de confluencia, en torno a Malvinas y entre los 50 y 55º de latitud Sur. El siguiente elemento de la cadena es la anchoita y la sardina fueguina, especies planctófagas que constituyen la base alimentaria del calamar Illex y la Merluza Hubbsi, las de mayor importancia económica por su volumen de captura. Le siguen en la cadena alimentaria: tiburones, rayas, aves marinas, mamíferos pinnípedos, pingüinos y ballenas.

El calamar Illex elige desovar en el norte, en junio. Las hembras buscan las mayores profundidades del talud continental y mueren tras el proceso. Luego la especie inicia la migración al sur y se concentra principalmente en torno a las Malvinas. Para su captura se utilizan buques denominados jiggers que usan potentes luces para atraer individualmente las piezas hacia los señuelos. Esto reduce un poco el impacto. No obstante la política depredatoria y la presencia de buques extranjeros que se ubican en la denominada “milla 201” pusieron a esta especie en peligro. Desde 1997 se fijaron períodos de veda temporales y zonas para evitar la captura de juveniles y hembras en período de desove.
La Merluza argentina o Hubbsi tiene una gran distribución, concentrándose en el Golfo de San Matías y al norte y sur del paralelo 41º Sur. Es una especie depredadora que se alimenta de calamares, plancton, anchoitas y otros peces. Es el principal recurso pesquero argentino, actividad concentrada en Mar del Plata en un 60 por ciento. A partir de 1995 la actividad pesquera se incrementó notablemente con la incorporación de más de 60 buques de última generación. En 1996 las capturas superaron el millón de toneladas, muy por encima de lo recomendado para sostener el recurso. Esto, sumado a los descartes, el uso de redes de fondo, la captura de juveniles, la falta de controles y la corrupción dio paso a la crisis de la actividad que culminó incluso en hechos de violencia. En 1997 la merluza se declaró en emergencia y se redujeron las capturas drásticamente con las consecuencias sociales, económicas y políticas previsibles. La sobrepesca afectó además a las demás especies comerciales de nuestro mar: polaca, merluza austral, merluza negra, corvina, pescadilla, abadejo, langostino.

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