EL CANAL DE PANAMÁ
Santa María la Antigua de Darién fue el primer asentamiento fundado en Panamá por Vasco Núnez de Balboa, punto inicial de la expedición que en 1513 terminaría con el descubrimiento del Mar del Sur. A partir de allí, el istmo se convirtió en un importante punto de tránsito para la proyección de la conquista española hacia Sudamérica y desde donde cada año partían los galeones que conectaban a las colonias con la Metrópoli.
Cuando se constituyó la Gran Colombia en 1821, Panamá se incorporó a la misma junto a Venezuela y continuó formando parte de la República cuando esta se separó de su vecino en 1830. En 1846, el gobierno colombiano firmó un acuerdo con Estados Unidos para la construcción de una línea férrea bioceánica. La Panama Railroad Company se constituyó en Nueva York en 1849 y se inauguró en 1855. El descubrimiento de oro en California convirtió al istmo en una ruta fácil para las miles de personas que trataban de alcanzar la costa oeste norteamericana.
Para 1878 los franceses acordaron con el gobierno colombiano para la construcción de un canal interoceánico. Ferdinand de Lesseps tomó la iniciativa para la constitución de la Compagnie Universelle du Canal que inició los trabajos de excavación en 1882. Pero la empresa de Lesseps tuvo que enfrentar serios inconvenientes. El primero fue la falta de dinero que desde el principio limitó las operaciones. No menos importantes, las epidemias de fiebre amarilla y la malaria y los accidentes causaron innumerables muertes entre los trabajadores. Finalmente, la insistencia en seguir un proyecto de canal a nivel del mar se topó con la gran dureza de las rocas volcánicas y las alturas de la cordillera panameña. En 1889 la compañía de Lesseps fue liquidada para pagar las deudas.
Estados Unidos, que ya había intentado la construcción de un canal en Nicaragua, se interesó entonces en la compra de los restos dejados por los franceses. En 1902, el congreso norteamericano otorgó al presidente Theodore Roosevelt 40 millones de dólares para la negociación de un tratado con Colombia, pero el mismo fue rechazado por el país sudamericano. Entonces, en 1903, Panamá obtuvo su independencia y Roosevelt envió el buque de guerra Nashville para “proteger las vidas norteamericanas en el lugar” y prevenir una invasión militar colombiana. Las nuevas autoridades panameñas se mostraron más dispuestas y firmaron con Estados Unidos el pacto Hay-Bunea Varilla por el cual Panamá cedió a perpetuidad una franja de tierra de 15 kilómetros de ancho y 80 de largo para la construcción del canal interoceánico. En 1914, luego de una inversión total de 375.000.000 de dólares y 27.000 trabajadores muertos se inauguró la mayor obra de ingeniería del momento. En 1977 Estados Unidos y Panamá firmaron un nuevo acuerdo para la operación conjunta del canal y un traspaso definitivo a las autoridades panameñas que se hicieron cargo de su administración el 31 de diciembre de 1999.
Actualmente, los buques, Panamax, de 294 metros de largo, apenas pueden maniobrar en las esclusas dejando solo 60 cm a cada lado. Para permitir la operación de los nuevos barcos de carga, denominados pospanamax, de 366 metros, el país ha emprendido la ampliación del canal con 2 nuevos juegos de esclusas de 55 metros de ancho y 31 metros de profundidad. Aunque la crisis económica de 2009 ha afectado el tránsito del canal, constituye todavía la principal fuente de riquezas para el país. Unos cuarenta buques utilizan diariamente las esclusas, principalmente norteamericanos y chinos, para atravesar en 10 horas los 80 kilómetros que separan el Atlántico del Pacífico.
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