MISIONES, LOS RESTOS DEL PARAISO




La provincia argentina de Misiones guarda el último reducto continuo de la selva paranaense, que alguna vez cubrió además extensas áreas del Sur de Brasil y Paraguay. En el año 1999, la provincia aprobó la ley 3631 que creó el Corredor Verde. Esta iniciativa busca preservar de la destrucción la riqueza biológica del ambiente de mayor biodiversidad de la Argentina.










La explotación forestal en la provincia se inicia en la época colonial, con las misiones jesuíticas. El producto pionero fue la yerba mate que se explotaba naturalmente y cuyo comercio era monopolizado por los misioneros. Luego, con la llegada de los obrajes, se inicia la explotación intensiva de maderas “de ley” ( cedro misionero, loro negro, incienso, lapacho) , que junto al avance continuo de la frontera agrícola fue reduciendo el bosque nativo en más del 60 por ciento. Más tarde se incorporarían el Guatambú, timbó, Palo Rosa y otras especies. A lo largo de los años, la tala selectiva de las especies de mayor valor comercial se tradujo en un empobrecimiento biológico de la selva.

Hoy es mayor la explotación del bosque implantado, de los cuales Misiones posee el 25 por ciento del total nacional (384.848 ha 2002). Se utilizan para ello especies de rápido crecimiento exóticas como el eucalipto o locales como el pino paraná. Gran parte de la materia prima se destina a producir pasta celulósica en las tres papeleras que posee la provincia: Alto Paraná (en Puerto Esperanza), Pastas Celulósicas Puerto Piray (en Montecarlo) y Papel Misionero (en Puerto Mineral). En la fabricación del papel se utiliza el procedimiento denominado kraft. Este proceso cuenta con dos etapas: la obtención de pasta cruda y el blanqueado. En ambos se utiliza abundante agua y productos químicos como sulfuro de hidrógeno, compuestos fosforados, nitrogenados y cloro que contaminan gravemente los ríos.


La selva mixta, con vegetación distribuida en 5 estratos unidos por lianas y epifitas, se distribuye en tres dominios principales: la selva de laurel y guatambú; laurel guatambú y palo rosa (en el norte de la provincia) y laurel, guatambú y pino paraná (en los lugares más altos del este). Al sur se extienden los campos que se prolongan en la provincia de Corrientes con selvas en galería que crecen al borde de los cursos fluviales. Esta es el área de mayor presencia humana donde el método tradicional de limpieza de campos es la tala y quema (rozado) para dar lugar a los cultivos industriales más importantes de la región: yerba mate, tabaco y te. La relativa pobreza del suelo misionero obliga a un continuo desplazamiento de las parcelas que quedan así abandonadas y son ganadas por una vegetación empobrecida para dar lugar a las denominadas capueras.

La selva paranaense es el ambiente más amenazado de América. Del millón de km2 que alguna vez cubrió amplias áreas de Brasil, Paraguay y Argentina, hoy quedan 58.000, apenas el 6 %. Misiones todavía conserva unos 11.000 km2 y el sector de mayor continuidad que se extiende principalmente por el norte y este de la provincia. Varias áreas nacionales, provinciales y privadas intentan mantener este tesoro, pese al avance de la frontera agrícola, la inmigración ilegal desde Brasil, la tala ilegal los cazadores furtivos. Destacan en el norte el Parque Nacional Iguazú y el Parque Provincial Urugua-i y la Reserva de Biósfera Yabotí en el centro este. En estos sectores y otros se intenta salvar a especies amenazas como el Yaguareté, tapir, puma, ocelote, macaco, lobito de río, pájaro campana, etc. El corredor verde, creado por ley provincial en 1999, intenta preservar la masa selvática a través de la unión de las tres principales áreas naturales de la provincia y asegurar así el intercambio genético que mantenga la riqueza biológica del ambiente.  





Imágenes: - sib.gov.ar (Sistema Naional de Áreas Protegidas).
                   - Inta
                   - Dirección de bosques (Secretaría de Ambiente Des. Sustentable)
                     

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