EL RÍO TENNESSEE




El río Tennessee nace de la confluencia del Holston y el French Broad, cerca de la ciudad de Knoxville. Allí recibe las aguas que bajan de las laderas de los Apalaches corriendo hacia el sur, al pie de la extensa cadena montañosa. Luego se alejará hacia el este, para finalmente describir una curva hacia el norte e ir al encuentro del Ohio, que a su vez desemboca en el Mississippi.

En 1933, a raíz de una serie de devastadoras inundaciones, el gobierno de Roosevelt creó la TVA: Tennesse Valley Authority. El organismo tiene desde entonces a su cargo el manejo de los recursos hídricos de la cuenca e inició la construcción de varias represas en el curso del río principal y en sus tributarios. Las represas permitieron mejorar la navegación, controlar la erosión, proteger contra las inundaciones y generar energía hidroeléctrica.


Además, la TVA proveyó a los agricultores de fertilizantes y capacitación, ayudó en el manejo de incendios y permitió la llegada de la industrias del aluminio, que fue vital durante la Segunda Guerra Mundial. Para el sur del país significó modernización y empleos en medio de la Gran Depresión. Hoy, es el mayor productor de electricidad de Estados Unidos.

El Valle del Tennessee ha estado poblado durante los últimos 12.000 años. Al principio por grupos de cazadores y recolectores y posteriormente por los europeos. En 1540 Hernando de Soto atravesó la región y tomó contacto con las tribus Cherokee, Creek y Chickasaw. A partir de 1786 comenzó la ocupación y el aprovechamiento del río como vía comercial. Sin embargo, la navegación se veía dificultada por los rápidos conocidos como Muscle Shoals y la presencia de bajos y pantanos. En 1836 se construyó un canal para salvarlos, pero no fue hasta la construcción de las represas que se solucionó el problema. Hoy, 34.000 embarcaciones transportan 50 millones de toneladas de mercaderías al año. La TVA se encarga de mantener abierto el canal de 9 pies de profundidad que utiliza la navegación comercial.

Biológicamente hablando, el Tennessee es el sistema hídrico más diverso del país. Pero también el que más especies amenazadas posee. De las 230 especies de peces, 57 se encuentran en peligro de extinción. Durante el siglo XX, el represamiento del río, la industria de las perlas y la de botones provocaron una masiva muerte de ostras, especialmente en el sudeste. En los últimos años, ha renacido la demanda por parte de Japón que estimula su explotación en el Tennessee, el Cumberland y el Mississippi.

La presencia en la cuenca de varias ciudades favorecen el deterioro del medio-ambiente: polución, desperdicios, químicos, etc. El avance del asfalto reduce la capacidad del suelo de absorber agua, aumentando el peligro de inundaciones. La mayor localidad es Nashville, sobre el río Cumberlan, con 545.000 habitantes es la capital del estado. Le siguen Knoxville, con 173.000 y Chatanooga, con 155.000.

Las represas también representan una amenaza: alteran el hábitat, cambian la temperatura y la cantidad de oxígeno del agua e inundan amplias zonas boscosas. La agricultura, por su parte, arroja a la cuenca pesticidas y fertilizantes y desperdicios de animales. La presencia de altas cantidades de nitrógeno y fósforo en el agua produce un acelerado crecimiento de las plantas acuáticas y un agotamiento del oxígeno disuelto.

El lunes 22 de diciembre de 2008, una pileta de residuos de la planta de carbón en Kingston se rompió y arrojó hacia el curso del Tennessee una ola de residuos que arrasó zonas pobladas y contaminó las aguas mercurio, arsénico, plomo y otros metales; constituyéndose en el peor desastre ecológico de la historia del país hasta el derrame de petróleo en el Golfo de México.





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