EL CAMBIO CLIMÁTICO



Los descubrimientos científicos durante los años 60`y 70` permitieron determinar que las acumulaciones de dióxido de carbono (CO2) y otros gases originados en actividades humanas estaban causando el calentamiento artificial de la atmósfera terrestre.



El denominado efecto invernadero, es un fenómeno natural importante para el sostenimiento de la vida terrestre tal cual la conocemos. La presencia de ciertos gases, conocidos como gases de invernadero (GEI), permiten acumular cierta cantidad de energía calórica proveniente del sol en la atmósfera y evitar así su escape al espacio, permitiendo mantener la temperatura media terrestre en alrededor de los 15º Celsius. El aumento desmedido de los GEI, especialmente en los últimos 150 años marcados por la era industrial, ha causado un aumento artificial de la temperatura terrestre conocido como calentamiento global; fenómeno que está originando un cambio del clima del planeta reflejado en la aparición en forma cada vez más frecuente de fenómenos meteorológicos extremos.



En 1992, en el marco de las Naciones Unidas, se creó la UNFCCC (United Nations Framework Convention on Climate Change) o Convención Marco sobre el Cambio Climático. Los 192 países firmantes se reúnen desde entonces en la Conferencia de las partes (COP) una vez al año para delinear las políticas mundiales a fin de mitigar los efectos del cambio climático.



En 1997 se elaboró el Protocolo de Kyoto, por el cual 37 países industrializados se comprometieron a reducir las emisiones de GEI en un 5 % respecto de los niveles de 1990 para el quinquenio 2008-2012, reconociendo la gran responsabilidad que tienen las naciones industriales en la emisión de gases de invernadero. El Protocolo distingue como los principales gases de invernadero a:

• Dióxido de carbono (CO2)

• Metano (CH4)

• Óxido nitroso (N2O)

• Hidrofluorocarbonos (HFC)

• Perfluorocarbonos (PFC)

• Hexafluoruro de azufre (SF6)



Los tres primeros, se estima, son responsables de más del 70 % del calentamiento global. Los dos últimos, se utilizan para reemplazar a los Clorofluorocarbonos eliminados a partir del Protocolo de Montreal de 1987 por ser nocivos para la capa de Ozono.



A partir de la Revolución Industrial, la presencia de CO2 en la atmósfera se incrementó de 280 a 368 partes por millón, similares aumentos han sufridos otros gases como el metano. La continuación de la tendencia, podría llevar a un aumento de la temperatura global de entre 0.8 y 2,6 º C entre 1990 y 2050.



Actualmente, con un incremento de 0,6º C, cada vez son más frecuentes los eventos climáticos extremos como tormentas, huracanes, sequías, inundaciones. Un incremento de la temperatura de 2º C, muy posible si no se reducen las emisiones en forma inmediata, podría llevar además a fenómenos como la expansión de enfermedades tropicales hacia nuevas áreas, una disminución en la producción de alimentos y la consecuente extensión de las hambrunas, sequías o inundaciones extremas, posible derretimiento del hielo ártico y antártico con el consiguiente aumento del nivel del mar, extinción masiva de especies animales y vegetales, colapso de la Amazonia y los bosques templados, etc. Con un escenario extremo de un aumento de 4º C se produciría un derretimiento casi total del hielo antártico, elevando el nivel del mar en 5 ó 6 metros más y alterando así toda la circulación oceánica de las corrientes marinas y modificando severamente el clima terrestre.

Imagen 1: Valle de Utracán (La Pampa)
Gráficos: UNFCCC.

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