LOS LLANOS DEL ORINOCO
En el extremo norte de América del Sur, entre la Cordillera de los Andes y las antiguas mesetas de las Guayanas, se extienden los llanos de Colombia y Venezuela. Una extensa sabana bañada por las aguas pardas del río Orinoco.
El río Orinoco, con 2.140 metros de largo, nace en la Sierra de Parima a 1074 metros de altura y recibe a los largo de su recorrido más de 2.000 tributarios. Es, por su extensión y caudal, la tercera cuenca del subcontinente, después de la del Amazonas y el Paraná-Plata.
El clima tropical tiene como característica principal estaciones húmedas y secas bien marcadas. Las precipitaciones anuales varían entre 3.600 y 1.200 mm. La ITCZ (Zona de Convergencia Intertropical) es el área a ambos lados del Ecuador donde convergen los vientos de ambos hemisferios, produciendo masas de aire calurosas, húmedas y muy inestables. Esta masa migra 15º de latitud al norte y al sur influenciando la cuenca del Orinoco desde junio a noviembre. Es por ello que el 90 por ciento de las lluvias se producen en esta época del año. Como consecuencia de las abundantes lluvias durante la estación húmeda, el Orinoco sufre fuertes inundaciones que marcan profundamente el relieve y el ritmo anual de las actividad ganadera de los llanos.
El delta del Orinoco es una sucesión de bañados y humedales encausados por incontables canales de inundación. El canal principal es el río Grande que transporta el 90 por ciento del caudal. El transporte y depósito de sedimentos durante los desbordes dan lugar a la formación de albardones que convierten a las islas en plataformas cóncavas que no permiten el retorno de las aguas a su caudal cuando la inundación retrocede. En este sector es posible distinguir dos tipos de ríos: los marrones acarrean sedimentos arcillosos, mientras que los ríos negros drenan las marismas y presentan aguas claras, ricas en humus.
Los llanos representan una vasta sabana dividida en cuatro grandes subregiones. La sabana pedemontana es un área aluvial y de terrazas cubiertas de bosque subtropical y sabana arbolada que se extiende al pie de la Cordillera de los Andes.
La sabana de las llanuras altas se encuentra al norte del curso del Orinoco con árboles y predominio de hierbas. Allí es común la práctica de incendios en la estación seca para favorecer el crecimiento de los pastos.
La sabana de inundación ocupa una gran depresión de 3,8 millones de hectáreas en el centro de los llanos, entre el pedemonte y las alturas. Se trata de una llanura muy plana con muy poco desnivel. En sus depresiones, la arcilla acumulada dificulta el drenaje convirtiéndolas en áreas inundadas durante la época húmeda. Esta área es exclusivamente aprovechada para el desarrollo de la tradicional ganadería extensiva típica de los llanos con cría de ganado vacuno y búfalos y con la caza de capibaras.
Finalmente, al nordeste del pedemonte colombiano, se desarrollan extensas dunas de arena cubiertas por una vegetación escasa, casi sin árboles.
La actividad ganadera de los llanos se remonta a la época colonial y sus habitantes: los llaneros, son como los gauchos en las pampas argentina y uruguaya, las figuras emblemáticas de este paisaje. La unidad de explotación es el hato, propiedad a partir del cual se organiza la actividad. El ganado es principalmente rústico o cimarrón, heredero de aquel introducido por los españoles durante la conquista, debido a la dificultad del clima para el desarrollo de las razas europeas. Cuando la inundación retrocede, el pasto abundante da lugar a una etapa de intensa actividad con el engorde y marcado de las reses. Con la sequía, la llanura se puebla de incendios que han influido profundamente en el modelado de la sabana.
El río Orinoco, con 2.140 metros de largo, nace en la Sierra de Parima a 1074 metros de altura y recibe a los largo de su recorrido más de 2.000 tributarios. Es, por su extensión y caudal, la tercera cuenca del subcontinente, después de la del Amazonas y el Paraná-Plata.
El clima tropical tiene como característica principal estaciones húmedas y secas bien marcadas. Las precipitaciones anuales varían entre 3.600 y 1.200 mm. La ITCZ (Zona de Convergencia Intertropical) es el área a ambos lados del Ecuador donde convergen los vientos de ambos hemisferios, produciendo masas de aire calurosas, húmedas y muy inestables. Esta masa migra 15º de latitud al norte y al sur influenciando la cuenca del Orinoco desde junio a noviembre. Es por ello que el 90 por ciento de las lluvias se producen en esta época del año. Como consecuencia de las abundantes lluvias durante la estación húmeda, el Orinoco sufre fuertes inundaciones que marcan profundamente el relieve y el ritmo anual de las actividad ganadera de los llanos.
El delta del Orinoco es una sucesión de bañados y humedales encausados por incontables canales de inundación. El canal principal es el río Grande que transporta el 90 por ciento del caudal. El transporte y depósito de sedimentos durante los desbordes dan lugar a la formación de albardones que convierten a las islas en plataformas cóncavas que no permiten el retorno de las aguas a su caudal cuando la inundación retrocede. En este sector es posible distinguir dos tipos de ríos: los marrones acarrean sedimentos arcillosos, mientras que los ríos negros drenan las marismas y presentan aguas claras, ricas en humus.
Los llanos representan una vasta sabana dividida en cuatro grandes subregiones. La sabana pedemontana es un área aluvial y de terrazas cubiertas de bosque subtropical y sabana arbolada que se extiende al pie de la Cordillera de los Andes.
La sabana de las llanuras altas se encuentra al norte del curso del Orinoco con árboles y predominio de hierbas. Allí es común la práctica de incendios en la estación seca para favorecer el crecimiento de los pastos.
La sabana de inundación ocupa una gran depresión de 3,8 millones de hectáreas en el centro de los llanos, entre el pedemonte y las alturas. Se trata de una llanura muy plana con muy poco desnivel. En sus depresiones, la arcilla acumulada dificulta el drenaje convirtiéndolas en áreas inundadas durante la época húmeda. Esta área es exclusivamente aprovechada para el desarrollo de la tradicional ganadería extensiva típica de los llanos con cría de ganado vacuno y búfalos y con la caza de capibaras.
Finalmente, al nordeste del pedemonte colombiano, se desarrollan extensas dunas de arena cubiertas por una vegetación escasa, casi sin árboles.
La actividad ganadera de los llanos se remonta a la época colonial y sus habitantes: los llaneros, son como los gauchos en las pampas argentina y uruguaya, las figuras emblemáticas de este paisaje. La unidad de explotación es el hato, propiedad a partir del cual se organiza la actividad. El ganado es principalmente rústico o cimarrón, heredero de aquel introducido por los españoles durante la conquista, debido a la dificultad del clima para el desarrollo de las razas europeas. Cuando la inundación retrocede, el pasto abundante da lugar a una etapa de intensa actividad con el engorde y marcado de las reses. Con la sequía, la llanura se puebla de incendios que han influido profundamente en el modelado de la sabana.
Entre las riquezas que atesora el subsuelo de los llanos venezolanos se encuentra el petróleo. El control de la producción está en manos de la empresa estatal PDVSA que ha puesto recientemente a licitación la explotación de las enormes reservas de crudo pesado, cuya producción diaria asciende a 272 .000 barriles diarios. China, Rusia, India y Brasil han mostrado interés en el proyecto, pese a que PDVSA se reserva el 33 por ciento de las regalías y la mayor parte del paquete accionario. Las empresas multinacionales han sido relegadas a causa de la crisis económica mundial, la caída del precio internacional del crudo, los altos costos de producción y el riesgo de inestabilidad política de la presidencia de Hugo Chávez.
Imagen: NASA.
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