LA GANADERIA OVINA EN LA ARGENTINA
imagen: SENASA. En http://www.senasa.gob.ar |
El
auge de la revolución industrial y la necesidad de materias primas demandó una lana
fina que los pastos tiernos de la provincia de Buenos Aires
proporcionó. La rentabilidad creciente alentó el incremento del
stock que pasó de 15 millones en 1852 a 58 millones en 1881 y a 108
millones en 1886. Hasta 1870 las exportaciones lanares superaban a
las de carne, pero las crisis sucesivas, terminando en la de 1873,
afectan al mercado internacional y la exportación se contrae hasta
un 50 por ciento. Los progresos en la tecnología del frío comienzan
a dar sus frutos en 1883 cuando se instala el primer frigorífico y
la carne ovina supera a la vacuna en producción, el ganado mayor es
desplazado hacia el oeste y sur del país.
El
número de cabezas comenzó a declinas luego de los “años de oro”.
A partir de 1963, llegando a 1980 con unas 28 millones de cabezas.
Esto este proceso se debió a una serie de factores como son las
crisis económicas internacionales y a la prohibición por parte del
Reino Unido al ingreso tanto de lana como de carne argentinas. La
crisi ovina de la década de 1990 debido principalmente a la caída
de los precios internacionales determinó una caída de los stocks en
todo el mundo a ello se sumó la competencia de actividades más
rentables en el área pampeana y a la debil paridad cambiaria. A estos
factores se sumaron el proceso de desertificación, la erupción del
volcán Hudson en 1991, las nevadas intensas de 1994 y 1995 y el
fracaso de las políticas nacionales.
Argentina
cuenta actualmente con unas 15 millones de cabezas que son producidas
por unos 80 mil productores distribuidos en 2 grandes regiones: la
Patagónica y la Extrapatagónica. La región Patagónica alberga dos
terceras partes del rebaño. Se trata de una extensa región de
787.000 km² donde la producción se desarrolla en forma extensiva
con pastos naturales a una capacidad de carga de 1 ovino por
hectáreas. El número de ovinos depende de las limitaciones
regionales en cuanto a disponibilidad de pastos, el clima, fenómenos
naturales como es el caso de las erupciones volcánicas y del proceso
de desertificación. Fenómenos que tienen un profundo efecto en una
región donde la ganadería ovina es una de las actividades más
importantes. La región extrapatagónica abarca principalmente la
provincia de Buenos Aires y la Mesopotamia. Allí el número depende
fuertemente de la rentabilidad respecto de otras actividades. La
mayor parte de lo rebaños son inferiores a los 100 animales y se
orientan principalmente al consumo.
En
la producción lanar, la esquila se realiza una vez al año a partir
del primer año de vida. Normalmente se realiza a fines del invierno
o a comienzos de la primavera. El proceso es mecánico y el vellón
es lavado y clasificado antes de ser enfardado en paquetes de 20 kg.
En 2011 la producción era de unas 44.ooo toneladas. Aunque este
número ha fluctuado fuertemente debido a la sequía y las
erupciones en la Patagonia. La lana es exportada principalmente a
Europa China, Turquía y México.
En
la producción de carne, los corderos nacen en primavera y antes del
invierno siguiente se carnean los sobrantes y los animales de
dentadura gastada. Un animal aducto aporta unos 50 o 60 kilogramos de
carne. En 2011 la producción de carne era de 55.700 tn y casi la
totalidad se consume en el país. El argentino consume apenas 1,3 kg
de carne de cordero por persona. El remanente exportable tiene como
destino principal Europa y proviene principalmente de la Patagonia.
La Unión Europea adjudicó a la Argentina una cuota de 23.000 tn
anuales de la que nuestro país solo utiliza el 20 por ciento. Pese a
la excelente calidad de la producción y a ventajas como que
Argentina ha sido declarada libre del Mal de la Vaca Loca y a que
Patagonia se encuentra libre de Aftosa.
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