LA PRESIDENCIA DE RIVADAVIA Y GUERRA CON EL BRASIL

Rivadavia y el tratado del Cuadrilátero

El 26 de septiembre de 1820 el general Martín Rodriguez fue designado por la Junta de Buenos Aires gobernador de la provincia. Fueron incorporados a su gobierno Manuel J. García y B. Rivadavia. Entre otras obras de gobierno, destacan la ley de presupuesto general y la obtención del primer empréstito externo, se fundó el primer banco y se firmo el primer tratado de amistad y comercio. Buenos Aires y Córdoba polarizaban por entonces los sentimientos de las fracciones políticas. Una minoría culta de la ciudad de Buenos Aires había optado por el unitarismo, mientras las provincias se inclinaban al federalismo. El gobernador Bustos convocó entonces a un Congreso a realizarse en Córdoba, pero recibió el rechazo de Rivadavia a través de los diputados de Buenos Aires que lograron reducirlo a una simple convención, luego de la cual, Buenos Aires firma el Tratado del Cuadrilátero con E. Ríos, Santa Fe y Corrientes. Se proponía Rivadavia lograr el apoyo de las provincias como paso previo a la reunión de un nuevo Congreso pero esta vez en Buenos Aires, para asegurarse así un dominio pleno del mismo y a través de él de todo el país.

La guerra con el Imperio del Brasil, Rivadavia presidente.

En 1822 el Brasil había obtenido su independencia de Portugal constituyéndose como un imperio e incorporó a la Banda Oriental al mismo como “Provincia Cisplatina”. En 1824 el gobierno de Bs. As reclamó ante el emperador, pero este se mantuvo en su posición firme. Surgió entonces la necesidad de constituir un poder central ante la inminente guerra con el imperio. En mayo de 1825 el Congreso crea por ley el Ejército Nacional y el 10 de diciembre el emperador del Brasil declara la guerra a las Provincias Unidas. El 1° de enero de 1826 el Congreso crea el Poder Ejecutivo y el 7 B. Rivadavia es electo presidente de la Nación y en abril destituye al gobernador Las Heras.

La constitución de 1826, renuncia de Rivadavia.

En diciembre de 1826 se aprueba la Constitución, los gobernadores eran nombrados por el presidente y se le quitaba la ciudadanía a analfabetos, deudores, domésticos, jornaleros, soldados, procesados y vagos, individuos que los unitarios llamaban “chusma” y que era la fuerza que sostenía a los caudillos federales. En abril Córdoba había desconocido al presidente Rivadavia y en octubre rompe relaciones con el Congreso. En general, la Constitución fue rechazada en todo el interior, pero Córdoba fue el eje organizador de una liga de provincias para contrarrestar al unitarismo porteño. Este pacto de unión fue la muerte del Congreso y de toda la maquinaria política unitaria. Rivadavia, ante la negativa de las provincias a colaborar en la guerra con el Brasil, decidió poner fin a la guerra y envió a su ministro a Río de Janeiro para establecer un acuerdo. Éste, concedió el territorio de la Banda Oriental al Brasil. El Congreso reprimió estas gestiones y Rivadavia envió en junio de 1827 su renuncia a la presidencia del país. El 5 de julio Rivadavia entregó el mando a Vicente López y se alejó para siempre del país, una nueva Junta reunida nombró gobernador a Manuel Dorrego y unos días después López renunció a su cargo con lo que el país vuelve a quedar acéfalo hasta 1853. El gobernador de Buenos Aires quedó a cargo de las relaciones internacionales y del término de la guerra que acabó con la independencia de la Banda Oriental en agosto de 1828.