THE UNITED FRUIT COMPANY
En 1870, con 24 años, Minor Cooper Keith llegó a Costa Rica para construir un ferrocarril y recibió a cambio la concesión de tierras donde iniciaría el cultivo industrial de banano para abastecer el mercado norteamericano. En 1899 surgiría la United Fruit Company: un gigantesco “Pulpo”, que pronto logró eliminar a todos sus competidores y obtener el monopolio del comercio de banana. Sus fuertes vinculaciones políticas le permitieron intervenir para sostener sus privilegios con el apoyo incondicional del gobierno norteamericano y la Cia.
Los tentáculos de la UFCO llegaron a casi todos los países de América Central, el Caribe y hasta América del Sur. Con la complicidad de los gobiernos la firma construyo ferrocarriles, caminos, puertos y hasta dispuso de su propia flota mercante ( La Gran Flota Blanca). La empresa controló miles de hectáreas y empleó a cientos de trabajadores.
En Colombia, en 1928, el presidente Miguel Abadía Méndez sancionó la “Ley Heroica”. Esta ley intentaba regular la actividad sindical en el marco de la lucha contra la insurgencia comunista en este país. Sin embargo, las huelgas se expanden por las plantaciones de la United Fruit, piden el fin de los vales y el pago semanal. Se producen disturbios, se sabotean líneas telegráficas, se saquean almacenes y se queman instalaciones de la empresa. Un buque norteamericano se apresta a desembarcar tropas para defender sus intereses. El gobierno colombiano responde con represión, declara el estado de sitio y envía al ejército. El 5 de diciembre, en la estación de trenes de Ciénaga, abre fuego sobre los obreros: hombres, mujeres y niños. La propia firma asegura que las bajas superan los quinientos, ninguna es militar.
En Guatemala, bajo la presidencia del dictador Jorge Ubico (1931 a 1944), la United Fruit poseía el control sobre el 42 por ciento de las tierras, las tres principales empresas del país y gozaba de la exención de impuestos y aranceles. En 1951, el presidente Jacobo Arbenz Guzmán intentó quebrar este monopolio realizando una reforma agraria que redistribuiría extensos territorios que la UFCO mantenía sin producir. Pero la empresa logró la intervención directa del gobierno norteamericano del presidente Eisenhower que acusó a Arbenz de comunista, envió a la Cia y asistencia militar al ejército guatemalteco, mientras los aviones del país del norte bombardeaban bases militares y radios leales al gobierno. Con la huida de Arbenz a Cuba y la llegada de Castillo Armas, la firma recuperó sus tierras y fueron prohibidos los sindicatos bananeros.
En 1970 la empresa cambió su nombre por el de United Brands Company y comenzó su declinación. El gobierno norteamericano la obliga a desprenderse departe de sus tierras y a vender sus ferrocarriles, mientras surgen competidores que le disputan el control del mercado. Los países exportadores de banana intentarán aplicar un nuevo impuesto a las exportaciones que terminará en un escándalo de sobornos que llevara al presidente de la Compañía al suicidio y a la caída del gobierno del presidente de Honduras López Arellano.
Entre 1975 y 1976 Costa Rica y Honduras expropiaron a la UB las tierras no cultivadas. Lo mismo haría Panamá en forma más progresiva, mientras en Colombiana la empresa retrocedió frente al avance de las cooperativas. Sin embargo la United fruit, hoy “Chiquita Brands”, todavía posee el 30 por ciento del mercado mundial.
El 80 % de las exportaciones de banana se origina en países de América Central. Las grandes compañías: Dole Food Co. , Fresh del Monte y Chiquita Brands; ya no se encargan de la producción, sino que la compran a los pequeños productores. Sin embargo, la vida de los trabajadores no ha mejorado mucho: son contratados por tres meses y ganan unos 10 dólares por día. Inician la jornada a las 4 a.m. y la extienden hasta las 6 p.m. Muchos son analfabetos y están expuestos a sustancias químicas, prohibidas en Europa y Estados Unidos, que causan enfermedades respiratorias, de la piel y cáncer. Un 20 por ciento de la cosecha se tira porque no posee la calidad necesaria para el mercado.
El trabajo en las bananeras, realizado todavía en forma manual y con los mismos métodos introducidos por la United Fruit, motiva el movimiento migratorio de trabajadores en busca de empleo. También se emplean a miles de niños que pierden su educación para trabajar en los bananos, trepando a grandes alturas para cortar la fruta por un sueldo mucho menor al de los trabajadores adultos. Las empresas todavía exigen a los gobiernos privilegios como la exención de impuestos para permanecer en el país y contratan a grupos paramilitares para proteger sus intereses.
Los tentáculos de la UFCO llegaron a casi todos los países de América Central, el Caribe y hasta América del Sur. Con la complicidad de los gobiernos la firma construyo ferrocarriles, caminos, puertos y hasta dispuso de su propia flota mercante ( La Gran Flota Blanca). La empresa controló miles de hectáreas y empleó a cientos de trabajadores.
En Colombia, en 1928, el presidente Miguel Abadía Méndez sancionó la “Ley Heroica”. Esta ley intentaba regular la actividad sindical en el marco de la lucha contra la insurgencia comunista en este país. Sin embargo, las huelgas se expanden por las plantaciones de la United Fruit, piden el fin de los vales y el pago semanal. Se producen disturbios, se sabotean líneas telegráficas, se saquean almacenes y se queman instalaciones de la empresa. Un buque norteamericano se apresta a desembarcar tropas para defender sus intereses. El gobierno colombiano responde con represión, declara el estado de sitio y envía al ejército. El 5 de diciembre, en la estación de trenes de Ciénaga, abre fuego sobre los obreros: hombres, mujeres y niños. La propia firma asegura que las bajas superan los quinientos, ninguna es militar.
En Guatemala, bajo la presidencia del dictador Jorge Ubico (1931 a 1944), la United Fruit poseía el control sobre el 42 por ciento de las tierras, las tres principales empresas del país y gozaba de la exención de impuestos y aranceles. En 1951, el presidente Jacobo Arbenz Guzmán intentó quebrar este monopolio realizando una reforma agraria que redistribuiría extensos territorios que la UFCO mantenía sin producir. Pero la empresa logró la intervención directa del gobierno norteamericano del presidente Eisenhower que acusó a Arbenz de comunista, envió a la Cia y asistencia militar al ejército guatemalteco, mientras los aviones del país del norte bombardeaban bases militares y radios leales al gobierno. Con la huida de Arbenz a Cuba y la llegada de Castillo Armas, la firma recuperó sus tierras y fueron prohibidos los sindicatos bananeros.
En 1970 la empresa cambió su nombre por el de United Brands Company y comenzó su declinación. El gobierno norteamericano la obliga a desprenderse departe de sus tierras y a vender sus ferrocarriles, mientras surgen competidores que le disputan el control del mercado. Los países exportadores de banana intentarán aplicar un nuevo impuesto a las exportaciones que terminará en un escándalo de sobornos que llevara al presidente de la Compañía al suicidio y a la caída del gobierno del presidente de Honduras López Arellano.
Entre 1975 y 1976 Costa Rica y Honduras expropiaron a la UB las tierras no cultivadas. Lo mismo haría Panamá en forma más progresiva, mientras en Colombiana la empresa retrocedió frente al avance de las cooperativas. Sin embargo la United fruit, hoy “Chiquita Brands”, todavía posee el 30 por ciento del mercado mundial.
El 80 % de las exportaciones de banana se origina en países de América Central. Las grandes compañías: Dole Food Co. , Fresh del Monte y Chiquita Brands; ya no se encargan de la producción, sino que la compran a los pequeños productores. Sin embargo, la vida de los trabajadores no ha mejorado mucho: son contratados por tres meses y ganan unos 10 dólares por día. Inician la jornada a las 4 a.m. y la extienden hasta las 6 p.m. Muchos son analfabetos y están expuestos a sustancias químicas, prohibidas en Europa y Estados Unidos, que causan enfermedades respiratorias, de la piel y cáncer. Un 20 por ciento de la cosecha se tira porque no posee la calidad necesaria para el mercado.
El trabajo en las bananeras, realizado todavía en forma manual y con los mismos métodos introducidos por la United Fruit, motiva el movimiento migratorio de trabajadores en busca de empleo. También se emplean a miles de niños que pierden su educación para trabajar en los bananos, trepando a grandes alturas para cortar la fruta por un sueldo mucho menor al de los trabajadores adultos. Las empresas todavía exigen a los gobiernos privilegios como la exención de impuestos para permanecer en el país y contratan a grupos paramilitares para proteger sus intereses.
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