LA PARADOJA DEL CONGO


Niño soldado del Congo. (Foto: UNICEF)
La República Democrática del Congo es un país de 2.344.858 km2 que se encuentra ubicado en el centro - sur del continente africano. En su extensa geografía, recorrida por la cuenca del río Congo, pueden hallarse riquísimas fuentes de recursos naturales. Sin embargo, arrasado por la guerra, las enfermedades y la desnutrición; es actualmente considerado el país más pobre del mundo.



Se calcula que la R.D. Del Congo posee una población de 71 millones de personas, pertenecientes a numerosas étnias que hablan unas 700 lenguas y dialectos. Pero el idioma oficial es el francés; herencia de la colonización. El 70 % de la población es cristiana, mayormente católica. El resto, adhiere a las religión tradicional o sectas nacidas del sincretismo. La expectativa de vida es de 53 años, el alfabetismo del 65,5 % y el Indice de Desarrollo Humano de 0,286,  es decir se ubica en la posición 187 de 187.

Leopoldo II
(Wikimedia Commons)
El país fue colonizado luego de la Conferencia de Berlín de 1885 como una posesión personal del rey Leopoldo II de Bélgica. En 1907 adoptó el nombre de Congo Belga. Los belgas establecieron un sistema de explotación minera que consistía en la extracción de los recursos y su exportación, sin ningún tipo de procesamiento en el pais, sin inversión, ni cuidado alguno por el medioambiente. Luego de la independencia en 1960, el Congo se enfrentó a la tentativa de independencia de la provincia de Katanga y a una interminable guerra civil que continúa hoy en día. En 1965, el general Mobutu tomó el poder y lo rebautizó como Zaire.

En 1996 Uganda y Rwanda invadieron el país y siete naciones más se sumarían luego al saqueo. En 1997 los rebeldes tomaron la capital: Kinshasa y Zaire volvió a llamarse R.D. del Congo. La guerra desatada desde entonces se transformó en el conflicto más sangriento desde la Segunda Guerra Mundial al tomar 5,4 millones de vidas y causar un millon de desplazados.

Bandera de la R. D. del Congo.
Aunque la guerra oficalmente terminó el sufrimiento continúa y los combates siguen en el Este. Según un informe del International Rescue Commitee, mueren 45,000 personas cada mes, la mayoría víctima de la malaria, diarrea, neumonía y desnutrición. Sin embargo, el país no ocupa las noticias internacionales, ni es prioridad en la lista de ayuda. La ONU mantiene fuerzas de paz en el país desde el 2000, pero su número (17,500) no es suficiente para un territorio tan extenso y de tanta población.

La R.D. Del Congo posee 30 % de reservas mundiales de diamantes, 10% de las de cobre, 50% de cobalto y cuenta además con recursos estratégicos como el tantalio, oro, cassiterita y coltán; del que posee el 80 % de la producción mundial. Estos minerales son esenciales en la fabricación de muchos dispositivos electrónicos como computadoras y teléfonos celulares.


Campos de refugiados en la
R. D. del Congo (Fuente: UNHCR)
Lo que sucede en el Congo, ya ha sucedido en Angola, Liberia y Sierra Leona, de donde emergió el concepto de “diamantes conflictivos”. Las riquezas minerales son la causa de la pobreza y desgracia. Las dos potencias interesadas en la región son Estados Unidos y Francia, atraídas por los recusos mineros y temerosas también de que estas riquezas fomenten el terrorismo internacional. El tercer actor son las compañias mineras internacionales. Las companías firman contratos con cualquiera que posea el recurso, no importa si es el gobierno legal o los rebeldes. Alimentan la guerra y las atrocidades al adquirir estos minerales de las zonas en conflictos, argumentando que muchos empleos dependen de ellos.

Joven congoleño acarrea mineral
(Foto: UNICEF)
Los países vecinos se benefician también de la mineria del Congo y de su inestabilidad. El mineral explotado sale ilegalmente a través de Rwanda y Uganda, alcanza los puertos del Este de África en Kenia y Tanzania, y desde allí llega a India o China para fundirse e ingresar en el mercado internacional.

Aunque el gobierno dice controlar la minería, abundan las minas ilegales custodiadas por hombres armados. Al estallar el conflicto, los Hutus que huyeron de los Tutsis desde Rwanda invadieron el este del país y ahora controlan parte de las minas que utilizan para financiar su lucha armada.

Madre e hija trabajan en un campo de
refugiados (Foto: UNHCR)
La condición de los trabajadores mineros es precaria y miserable, no cuentan con seguridad y realizan el trabajo manualmente sin cascos ni guantes. Además, el aire está lleno de polvo, muchos enferman y mueren. Ganan uno o dos dólares por día y no poseen seguro médico ni social. De acuerdo a la UNICEF, más de 43.000 niños trabajan actualmente en las minas.

Aunque el presidente Kabila se declaró victorioso en las últimas elecciones, los observadores internacionales denunciaron irregularidades. Mientras tanto, en el este continúan los ataques sobre civiles. El general Bosco Ntaganda, que se rebeló en abril de 2012 recrutó al menos 149 niños y jóvenes para la guerra y es buscado por la Corte Criminal Internacional por este motivo.


Mapa de la R. D. del Congo (Naciones Unidas)










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