EL FIN DE LA TRIADA
El
mundo unipolar actual se caracteriza por contar con Estados Unidos
como única superpotencia en lo político y militar. No obstante en
el ámbito económico, el líder mundial comparte su hegemonía con
Japón y Europa, con los que forma la Triada. Ahora, el crecimiento
acelerado de los países emergentes como China, India, Brasil y el
estancamiento de los líderes mundiales; llevan a poner en
cuestionamiento el liderazgo de Estados Unidos y a predecir un cambio
hacia un mundo multipolar.
Luego de la Segunda
Guerra Mundial, la infraestructura productiva de Japón quedó
destruida. En 1952 Estados Unidos le devolvió la soberanía y dió
por finalizada la ocupación. Sin embargo, la nueva constitución
impuso limitaciones y obligó al país asiático a permanecer
desarmado. Japón hizo de esto una ventaja, aprovechó el “dividendo
de la paz”, reconstruyó sus ciudades, potenció sus exportaciones
al unirse al GATT, protegió su mercado interno y creció rápidamente
de la mano del Partido Democrático Liberal en un clima de amistad
con Estados Unidos y como su aliado estratégico en Asia. Pero la
crisis financiera de fines de los 80' terminó con el “milagro
japonés”, el desempleo aumentó y su peso económico en el orden
mundial disminuyó notablemente. En 2009 China lo sobrepasó como la
segunda potencia económica mundial.
En
Europa, la guerra también destruyó las industrias y la
infraestructura productiva, disminuyó en número y desplazó a la
población civil. Estados Unidos asistió a los países de Europa
Occidental a través del Plan Marshal para fomentar la
reconstrucción. Bajo la doctrina de John Keynes, los estados
europeos intervinieron en la economía, buscaron crear empleo y
fomentar la producción. El Consejo de Europa inicó entonces la
integración a través de la discusión de problemas comunes. El
Benelux, significó el primer paso hacia la integración económica
que siguió luego con la formación de la Comunidad Económica
Europea en 1957 (Tratado de Roma), y la Unión Europea (tratado de
Maastricht) en 1992 con la creación del Euro como moneda común. El
acuerdo creó un mercado común en productos, servicios y trabajo que
comprende a 300 millones de consumidores y la caída del bloque
comunista le dio la oportunidad de expandirse a Europa Oriental. La
recuperación económica de Europa también se debió a la
limitaciones en el gasto militar, especialmente en Alemania, gracias
a la formación de la alianza defensiva de la OTAN (Tratado del
Atlántico Norte) bajo el liderazgo de Estados Unidos.
La crisis financiera
global golpeó más en los países desarrollados. Muchos
países europeos sufren actualmente altos índices de desempleo,
especialmente Grecia, Irlanda, Portugal y España. Estados
Unidos se recupera lentamente. El crecimiento del Producto Bruto
Nacional fue sólo del 2,6 % en 2011, mientras que en Europa y Japón
ha sido aún menor. Aunque sigue siendo la mayor economía mundial,
su porcentaje de la producción cayó del 33 % en los 60' a 24 % en
2009. Mientras China, India y Brasil crecieron del 6% al 23 % en el
mismo período. Según las predicciones del Banco Mundial estos tres
países y Rusia producirán la mitad del crecimiento global para
2025.
Hoy el crecimiento
económico está liderado por los países emergentes: China e India
en Asia y Brasil como motor económico de América Latina. Un
crecimiento impulsado por los cambios tecnológicos que disminuyeron
los costos en la comunicación y el transporte y la reducción de las
barreras arancelarias. Singapur, Hong Kong y Shangai emergen como
importantes centros financieros. Aunque Nueva York, Chicago, Tokio,
Londres y Frankfut continúan siendo los centros financieros más
importantes del mundo y su integración es tal que cualquier
fluctuación en uno de ellos, repercute inmediatamente en los demás. Casi el 50 por ciento de las transacciones
en bienes y servicios se mueves a través de la Triada y el 90 % de
las FDI (Foreing Direct Investment) proceden de estos tres centros
mundiales.
La producción de
manufacturas está moviéndose desde los países centrales hacia
países emergentes, especialmente a Asia atraída por los bajos
costos. Este “Factor Asia” se caracteriza por la fragmentación
de la producción. Es decir, la producción de cada componente en un
país diferente. La compañía entonces importa las partes y exporta
el producto a los países occidentales.
La liberalización del
comercio, la caída en el precio de los transportes y el crecimiento
de la participación de las corporaciones internacionales
caracterizan el comercio actual. Los países emergentes controlan
actualmente el 45 % del mismo. Mientras que su composición, ha
variado desde productos primarios hacia las manufacturas.
Los capitales también
fluyen hacia los países emergentes en forma de Inversiones
Extranjeras Directas (FDI). Creciendo rápidamente en las últimas
dos décadas. Aunque Estados Unidos sigue siendo el principal
receptor, China se ha ubicado en segundo lugar, seguida por Brasil y
Rusia. Entre las causas de las compañías para invertir en países
emergentes están el mercado en expansión, el acceso a los recursos
naturales y los menores costos de producción. Además, muchas
corporaciones originarias de países emercentes comienzan a dominar
el mercado e ingresan al reducido grupo de 500 compañias que
controlan la economía mundial.
Imágenes: Wikimedia commons.
Imágenes: Wikimedia commons.
Comentarios