DEL PALEOLÍTICO AL NEOLÍTICO

Se sabe que el homo sapiens sapiens no fue la primera especie en producir herramientas líticas. La más antigua evidencia fósil de astillas de piedra y martillos fueron producidas en el valle del Rift, África, hace unos 2,5 millones de años. Esta tecnología simple, hallada en la garganta Olduvai en Tanzania, se la conoce como complejo industrial Oldowan. Por ahora, se la atribuye al homo habilis, que es considerado el primer homínido constructor de herramientas. Sin embargo, aunque atómicamente los primeros humanos ya estaban completamente desarrollados miles de años antes,
no fue hasta hace unos 40.000 años que se dio inicio a la denominada revolución del paleolítico superior, un acelerado desarrollo tecnológico y social que permitió al hombre extenderse sobre todo el planeta y convertirse en la especie dominante.




Entre los cambios registrados durante la última parte del paleolítico, se encuentran: la incorporación de nuevos materiales industriales como hueso y asta. El uso de decoración corporal como cuentas y pendientes hechos de ostras, dientes y marfil. Mejores instrumentos de caza como lanzadores, arco y flecha y boomerangs que mejoraron la puntería y la efectividad. La aparición de las primeras manifestaciones de arte con pinturas rupestres y figuras de animales hechas de hueso, marfil o piedra. Una mayor organización del espacio en sus habitaciones con áreas especializadas para cocinar, faenar la carne, dormir. Posible aparición del lenguaje que pudo haber jugado un importante papel en la transferencia de la tecnología y el crecimiento poblacional. Y , finalmente, la expansión territorial del homo sapiens que produjo la desaparición de las especies primitivas como el Neanderthal en Europa.

Los científicos tratan de explicar esta revolución tecnológica señalando un previo crecimiento poblacional que habría desatado la competencia y la necesidad de buscar nuevos recursos o tal vez una mutación genética que explicaría el surgimiento del comportamiento moderno. La evolución cerebral habría llevado a una mayor eficiencia en el procesamiento de la información y una mejor capacidad de socialización que le habría permitido al hombre sobrevivir en las duras condiciones que planteaba el cambio climático que estaba atravesando el planeta a fines del pleistoceno. Entre las ventajas, el lenguaje y la creación de símbolos fue determinante. Todos los científicos concuerdan en que los materiales y los símbolos reflejan un cambio en el comportamiento: un aumento de la solidaridad. Al aumentar la población la dura competencia por los recursos forzó a los humanos a estrechar la colaboración social a través de ceremonias, mejorando su industria y así su supervivencia que llevó entonces a un mayor crecimiento poblacional. Al finalizar la edad de hielo, quedaba en pie una sola especie de homínido.

Unos diez mil años atrás, mientras el planeta salía paulatinamente de la era de hielo, un nuevo crecimiento poblacional marcó un cambio en el patrón de asentamiento dando inicio a la revolución neolítica: el sedentarismo. El desarrollo de la agricultura con la incorporación de cereales , legumbres, raíces; la domesticación de la cabra, la oveja, el cerdo y la vaca y el desarrollo de la capacidad de almacenar alimentos durante la época invernal; permitió al hombre asentarse en un determinado lugar y crecer. A su vez, la mejora en la alimentación, favoreció la capacidad de procreación y fue determinante en un aumento de la población. Nacen así las primeras aldeas y comunidades, crece el sentido de territorialidad y con el tiempo surgirán los primeros estados.

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