ESE MOLESTO ORIENTAL


En 1811, con la llegada a Montevideo del nuevo Virrey Francisco Xavier de Elío, el capitán de Blandengues José Gervasio Artigas huyó a Buenos Aires. Allí, la Junta porteña le otorgó el cargo de teniente coronel del regimiento de caballería de la patria.


El 28 de febrero de ese año, unos 100 hombres comandados por Venancio Benavides y Pedro José Vieira habían iniciado la sublevación de los pueblos orientales con el “Grito de Asencio”.

En abril, Manuel Belgrano, que retornaba de su frustrada campaña al Paraguay y que como comandante del ejército de la Banda Oriental se hallaba en Arroyo de la China, nombró a Artigas segundo jefe del ejército auxiliar. Artigas, agradecido, le escribe desde su campamento en Mercedes.

"Excelentísimo Señor:"
"He recibido el oficio que con fecha de ayer me dirige usted en el que se digna nombrarme Segundo Jefe del Ejército Auxiliador del Norte, por cuyo distinguido obsequio tributo a usted las más humildes demostraciones de gratitud y respeto."

Pero Belgrano, que ya planeaba la campaña sobre el territorio oriental, fue llamado por Buenos Aires a responder por su actuación en el norte. El cargo de comandante recayó entonces en José Rondeau.

El 18 de mayo de 1811 Artigas obtuvo el gran triunfo de Las Piedras e inmediatamente avanzó sobre Montevideo e intimó a Elío a la rendición. Sin embargo, no recibió de Rondeau el apoyo esperado y pronto la ventaja obtenida con la victoria se diluyó. En julio el avance de un ejército portugués de unos tres mil hombres a las órdenes de Diego de Souza complicaría aún más la situación.

El 23 de septiembre de 1811, el Triunvirato se hace cargo del Poder Ejecutivo en Buenos Aires y, ante la situación creada a partir de la derrota del Ejército del Norte en Huaqui, decide concertar con Elío un armisticio el 20 de octubre. En el mismo se acuerda reconocer a Fernando VII como soberano y el retiro inmediato de las tropas porteñas de la Banda Oriental.

Con el levantamiento del bloqueo de Montevideo por parte de Rondeau y ante la amenaza de quedar expuestos a los ataques realistas, se dio inicio al Éxodo del Pueblo Oriental, en una larga y lenta marcha que los llevaría hacia el norte y que incorporaría en su camino a casi toda la población criolla de la Banda Oriental. En Salto, Artigas realizaría un censo que daría como resultado unos 6000 hombres que componían la milicia y unos 4435 civiles. Este contingente, soportando toda clase se privaciones, inició el cruce del río Uruguay presionados por la presencia del ejército portugués, estableciéndose finalmente a orillas del arroyo Ayui.

El 26 de mayo de 1812 se firma el tratado por el cual se estableció la evacuación de las tropas portuguesas. El Triunvirato envió entonces a Manuel de Sarratea como capitán general del ejército oriental. El 8 de octubre de 1812 asumió en Buenos Aires un nuevo gobierno: el segundo Triunvirato. El 1º de octubre se dio inició a un nuevo bloqueo sobre Montevideo. Sarratea ordenó entonces a Artigas avanzar, pero éste se insubordinó y solicitó a Buenos Aires el retiro de Sarratea y la comandancia de las fuerzas. Sarratea lo calificó de “Traidor a la Patria”, sin embargo, pronto él mismo se vería obligado a retirarse y Artigas se reincorporaría al sitio de Montevideo.

El 24 de mayo de 1812 el segundo Triunvirato convocó a elecciones de diputados para la Asamblea que se reuniría en enero en Buenos Aires. El 31 de ese mes la Asamblea abrió sus sesiones declarándose Constituyente y eligió a Carlos de Alvear como presidente de la misma.
En abril de 1813, se reunió un congreso en Tres Cruces convocado por Artigas. Los diputados orientales elegidos a partir de éste contaban con instrucciones concretas que comprendían solicitar a la Asamblea porteña:

  • L a inmediata declaración de independencia.
  • La adopción del régimen federal y republicano de gobierno.
  • Que Buenos Aires no fuese la sede del futuro gobierno federal.
  • La libertad civil y religiosa.
  • Que Rondeau continúe al frente de todas las fuerzas patriotas.
  • Que las tropas enviadas a la Banda Oriental tengan carácter de auxiliares de las locales.

Estas representan hasta allí la expresión más clara a favor de un sistema republicano y federal de gobierno en el Río de la Plata. Pero la Asamblea rechazó a los diputados orientales con la excusa de que sus credenciales no se hallaban en regla y desconoció así la legitimidad del Congreso reunido por Artigas y su autoridad para hablar en nombre del pueblo oriental. El reglamento de la Asamblea aclaraba, además, la imposibilidad para los diputados de presentarse con mandatos imperativos.

Es que el bloque alvearista, ante la situación internacional e interna, ya había decidido desviarse del objetivo independentista para abrazar la idea de un protectorado bajo la bandera británica. Temía Alvear que los diputados orientales coincidieran con el bloque liderado por San Martín, que de este modo quedó derrotado por el momento. El futuro Libertador fue desplazado como “venerable” de la logia y enviado al Norte a reemplazar a Belgrano que volvía hacia el sur con los restos del ejército tras las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma.

A Rondeau tocó la tarea de reunir un nuevo congreso oriental y la elección de nuevos diputados por esa provincia. El mismo, se reunió el 8 de diciembre de 1813 en Maciel. El resultado fue nuevamente el abandono del sitio por parte de Artigas el 20 de enero de 1814. El nuevo jefe del ejecutivo porteño, Posadas, declaró al jefe oriental “Traidor a la Patria” (nuevamente) y hasta ofreció dinero por su cabeza:

Art. 1 - Se declara a Don José de Artigas infame, privado de sus empleos, fuera de la ley, y enemigo de la patria.


Art. 2 - Como traidor a la patria será perseguido, y muerto en caso de resistencia.Art. 3 - Es un deber de todos los pueblos, y las justicias, de los comandantes militares, y de los ciudadanos de las provincias unidas perseguir al traidor por todos los medios posibles. Cualquier auxilio que se le dé voluntariamente será considerado como crimen de alta traición. Se recompensará con seis mil pesos al que entregue la persona de D. José Artigas vivo o muerto.

Posadas encargó a Von Holmberg la tarea de reprimir la sedición de Artigas, pero fue derrotado en “El Espinillo”, el 22 de febrero de 1814. Este fue el primer enfrentamiento de una larga guerra civil. Como resultado del enfrentamiento, Posadas se vio obligado a iniciar conversaciones con Artigas, retirando el decreto persecutorio y reconociendo la autonomía del pueblo oriental y su “Protector”. Sin embargo, antes de que las conversaciones lleguen a su fin, el 10 de mayo, el mismo Alvear desembarcó en la Banda Oriental para reemplazar a Rondeau en la jefatura del Ejército de Operaciones. El joven general ingresó triunfalmente en Montevideo arrebatando para sí la gloria ganada por el largo sitio de Rondeau y Artigas.

Con el gobierno porteño instalado en Montevideo, a cargo de Rodríguez Peña y luego de Soler, los problemas no terminaron. Alvear había dejado a sus subalternos la tarea de lidiar con el caudillo Oriental. Dorrego logró primero vencer a Ortogués en “Marmarajá”, el 10 de junio, pero sería derrotado a su vez por Fructuoso Rivera en Arerungá. Con esta derrota, los porteños se disponen a abandonar Montevideo y a dejársela a los Orientales. En este momento, se enarboló por primera vez la bandera artiguista, que compartía los colores de aquella sostenido por Belgrano, con una franja roja cruzándola diagonalmente.


A partir de allí, el “Protector de los Pueblos Libres” extenderá su influencia por el Litoral. Controlando ya Entre Ríos y Corrientes, ocupó luego Santa Fe tras expulsar a Diaz Velez y Designó a José Xavier Diaz para el gobierno de Córdoba. El nuevo Director Supero y jefe de la logia porteña Alvear se dispuso entonces a combatirlo con todas sus fuerzas. Pero el ejército enviado a tal fin a Santa Fe a las órdenes de Alvarez Thomas se sublevó en Fontezuela, llevando poco después a la caída del mismo.

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