EL ESTADO BENEFACTOR


Los orígenes del Estado Benefactor pueden ser trazados por los economistas hasta los tiempos de la Independencia de Estados Unidos y la Revolución Francesa, en la que se alzaron banderas como la del derecho a la felicidad y la fraternidad. Sin embargo, estas ideas no se concretaron en políticas públicas hasta el siglo XIX cuando el gobierno de Otto von Bismarck emitió sus leyes de protección a los más débiles. Es decir, el Estado asumió la responsabilidad de compensar los desequilibrios económicos del capitalismo ayudando a la población más marginada con la intención de evitar posibles revueltas.




John Maynard Keynes
En 1929, la Crisis de la Bolsa de Nueva York desató la gran crisis mundial y los efectos de la Gran Depresión fueron visibles en un ejército de desempleados y en un aumento significativo de la pobreza que amenazó con desestabilizar el sistema capitalista y desatar una ola de revoluciones populares. En este contexto surgió la figura del Inglés John Maynard Keynes que en 1936 publicó su“Teoría General del Empleo, Interés y Dinero”. Keynes planteó allí que la crisis del Capitalismo Global se debió a una caída de la Demanda Efectiva por exceso de atesoramiento, lo que elevó la oferta y creo una falta de demanda. Planteó entonces que corresponde al Estado convertirse en el más importante agente económico que corrija los desequilibrios y ayude a la recuperación de la economía a través de la creación de Demanda Agregada.

Franklin D. Roosevelt
Con la imagen de la Revolución Rusa de 1917, el surgimiento del fascismo en Italia y el nazismo en Alemania; los gobiernos comenzaron a adoptar las ideas keynesianas. En Estados Unidos el presidente Roosevelt se rodeó de un gabinete de expertos, el Brain Trust, que diseñó una batería de políticas públicas expansivas como la construcción de grandes obras públicas y redistributivas como la creación de subsidios al desempleo, que constituyeron la base del New Deal. Tras la Segunda Guerra Mundial el Estado Benefactor Keynesiano se transformó en el modelo económico del mundo occidental que tuvo como misión la reconstrucción de Europa y la estabilización económica mediante la intervención del Estado en la economía y la aplicación efectiva de medidas como el aumento del gasto doméstico, la creación de empresas públicas, el salario mínimo, seguro de desempleo, subsidios y pensiones, impuestos a la renta, etc. Estas medidas no buscaban alterar las desigualdades profundas ni atacar las bases sobre la que se asienta el sistema capitalista, sino todo lo contrario; tenían la misión de salvar al sistema de sí mismo, creando una sensación general de seguridad y reforzando la disciplina sin alterar el orden social y manteniendo la economía de mercado.


Milton Friedman
Hacia la década de 1970, el Estado Benefactor Keynesiano entró en crisis. La situación de estanflación que unía una inflación creciente y estancamiento económico, llevó a culpar al modelo estatista de crear distorsiones innecesarias que perjudicaban la economía. Los críticos argumentaron que el exceso del gasto público alimentaba una inflación creciente que desincentivaba la inversión privada. La satisfacción de las demandas sociales elevaba el costo de producción, bajando la competitividad, haciendo caer la actividad industrial y reduciendo a su vez la recaudación. Se asoció además al keynesianismo con los intereses socialistas en plena Guerra Fría, como un sistema que ataca la iniciativa privada y la libertad individual.

Bajo la figura del economista norteamericano Milton Friedman, el neoliberalismo regresó a los fundamentos de la economía clásica defendiendo el libre mercado y reclamando medidas como la desregulación de la economía, flexibilización de los contratos laborales, privatización de empresas públicas y servicios sociales. El fracaso del Estado Benefactor Keynesiano tuvo para los neoliberales, su expresión más evidente en la caída de la Unión Soviética y del bloque comunista. Sin embargo las crisis posteriores, en especial la de 2008, ha puesto nuevamente a prueba la capacidad del mercado para enfrentar estos episodios, llevando a muchos economistas a consultar nuevamente las bases del keynesiamismo.


Portada: "Sin Pan y Sin Trabajo" Ernesto de la Cárcova.  

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