LA GUERRA DEL PELOPONESO


Tres años después del triunfo de Salamina, Atenas inició las negociaciones para la formación de la Liga de Delos con el objeto de garantizar la independencia de todas las ciudades jónicas. Sin embargo, también significaría el inicio del expansionismo ateniense, paso previo al enfrentamiento con la potencia del Peloponeso: Esparta.

Luego de que la flota griega liderada por el espartano Pausanias liberara Chipre y capturara Bizancio, Lesbos, Chíos y Samos iniciaron discusiones con Atenas para solicitar el liderazgo de esta ciudad en la guerra contra Persia. Allí los griegos arrojaron un bloque de metal al agua y se juraron amistad hasta que el mismo emergiera nuevamente.

Inicialmente, la base de operaciones era la isla de Delos, lugar de nacimiento de Apolo y Ártemis. La alianza era en principio voluntaria, y cada estado tenía la obligación de aportar un cierto número de naves o su equivalente en dinero, dependiendo de su dimensión. Sin embargo, cada una de las ciudades integrantes tenía derecho a solo un voto. En Delos estaba también el tesoro de la liga, bajo la custodia de los dioses.

En 450 a C. la Paz de Calias selló la amistad con el imperio persa y aseguró la libertad de todas las ciudades griegas de Asia Menor. Pero, aunque esto dejó sin efecto la causa inicial de la formación de la liga, Atenas pronto haría sentir su superioridad, forzando a aquellos estados que deseaban apartarse, obligándolos a permanecer en la misma, a entregar su flota y a derribar sus murallas. También obligó a la liga a aceptar su moneda y unidades de peso y medida. En 454 el tesoro fue trasladado a Atenas y sirvió para financiar las monumentales obras que marcaron el “Siglo de Oro”.

La expansión de Atenas llevó a la Liga de Delos al enfrentamiento con Esparta. Esta ciudad había establecido su superioridad en la península con la victoria sobre Argos, en 546 aC. La Liga del Peloponeso estaba regulada por el Consejo de Aliados y por la Asamblea de Espartiatas. Cada ciudad debía pagar un tributo, pero solo en tiempos de guerra, cuando podía solicitarse un tercio del ejército. El objeto de la liga era apoyar los gobiernos oligárquicos y oponerse a los tiránicos.



Atenas poseía la flota más poderosa, mientras Esparta era invencible en tierra. La firma de una alianza de Atenas con Megara y Argos fue el detonante del conflicto que se extendió hasta el 405 AC., cuando la armada espartana al mando de Lisandro derrotó a los atenienses en Aegospótamo (con la ayuda de los persas) y pudo cortar los suministros de alimentos a la sitiada Atenas que tuvo que capitular.

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