LA PAMPA DEPRIMIDA
Portada de "Las secas y las inundaciones" de Florentino Ameghino |
rollos de alfalfa (INTA) |
Búfalos en la Pampa deprimida (INTA) |
Las lluvias en la llanura pampeana, en su mayor parte producto del choque de los frentes cálidos y húmedos del noreste con los fríos y secos del sudoeste, disminuyen desde noreste a sudoeste entre máximos de 1100 a mínimos de 400 mm anuales. Las temperaturas medias de enero oscilan entre 25ºC y 22ºC y las de julio entre 10ºC y 7ºC. Pero el sistema hídrico de la pampa deprimida responde a un clima pasado más seco, su red fluvial, por lo tanto, no alcanza a drenar correctamente los caudales de precipitaciones que se producen actualmente. Los suelos loessicos pampeanos son de baja permeabilidad, además la pendiente, de apenas 25 centímetros cada kilómetro, sumado a cordones medanosos y cangrejales que entorpecen el escurrimiento del sistema en Samborombón. Cuando las lluvias superan la capacidad del suelo de absorber agua, se llenan las áreas bajas y las lagunas, las capas freáticas se elevan y se produce el anegamiento. En las décadas de 1920 y 30 hubo grandes sequías con voladuras de suelo y desecamiento de las Lagunas Encadenadas. Pero a partir de 1970 se instaló un ciclo húmedo con algunos años secos. Desde entonces se han sucedido las inundaciones en 1977, 1978, 1980, 1985, 1986, 1992, 1993 1998, 2001; siendo las del 85-86 las más graves.
La actividad agropecuaria se ve afectada de acuerdo a la gravedad del evento. En los más graves, las pérdidas se valúan en cientos de millones de pesos y cientos de puestos de trabajo. Pero si la inundación es pequeña, puede favorecer incluso el crecimiento de las gramíneas que alimentan la ganadería extensiva, aunque se ven afectadas la agricultura y la actividad tambera. Una inundación en invierno puede producir la pérdida de cultivos por falta de accesibilidad o por pérdida de oportunidad. No obstante la agricultura ha avanzado en los últimos años a pesar del riesgo.
Las grandes inundaciones se producen en otoño-invierno, mientras que la evapotranspiración que se produce en verano reduce el impacto de las lluvias en esta estación. Para solucionar el problema, los gobiernos provinciales optaron en el pasado por trazar una serie de canales para drenar aquellos ríos que descienden de Tandilia hacia el mar evitando así que lleguen al Salado. Pero estos funcionan solo con inundaciones pequeñas y no resultaron ser la definitiva solución al problema.
Fuente:Secretaría de medios de la provincia. |
El Plan Maestro del Río Salado surgió en 1997 con el objetivo de mejorar el drenaje de la cuenca y recuperar tierras para incorporarlas a la actividad productiva y disminuir las consecuencias de las inundaciones y sequías. El plan busca controlar las inundaciones mediante la construcción de canales, sistemas de bombeo, dragado del curso fluvial, protección en centros urbanos, mejora de caminos rurales, remoción de obstáculos, relleno de zonas deprimidas. En su origen, tenía un costo previsto de 1.800 millones de dólares, pero las devaluaciones posteriores incrementaron ese valor. El Fondo Hídrico financia el proyecto en base a un impuesto sobre las naftas y el GNC que recauda la Nación y reparte entre las provincias afectadas. En la Provincia de Buenos Aires, un Fondo Fiduciario aporta dinero con respaldado por el Banco provincial. El plan comenzó en la cuenca alta y media y actualmente ha ingresado en su tercera etapa. Luego de finalizada la obra se deberá mantener un constante dragado del río principal y de los canales secundarios para evitar su taponamiento.
Venado de las pampas (APN) |
Aunque el nivel de contaminación de las lagunas de la Pampa deprimida es bajo, se reporta cierto nivel de eutrofización debido al aporte de efluentes cloacales no tratados y por los aportes de nutrientes de la agricultura y la cría de ganado intensiva. La llegada de efluentes sin tratar aumenta el contenido de fósforo en el agua, especialmente en invierno cuando el nivel del río de bajo. Los frigoríficos también deterioran la calidad del agua por aportar gran cantidad de materia orgánica que disminuye el contenido de oxígeno. Mientras que los efluentes urbanos son tratados y en general no causan daños.
La llanura pampeana se encuentra cubierta principalmente por gramíneas aprovechadas por los grandes herbívoros que en otros tiempos poblaban la región. En los campos altos domina la estepa de flechillas mientras que la cortadera con sus altos penachos blancuzcos crece preferentemente en áreas bajas y húmedas. En los humedales, cañadas y lagunas pampeanas puede encontrarse la saeta, el junco o la totora que crecen en la orilla y en la costa, a lo largo de los cordones de conchillas paralelos al río de la Plata crecen los talas, árboles bajos retorcidos y espinosos. Los suelos, ricos en materia orgánica, sustentan desde hace más de cien años la producción agropecuaria argentina. Pero esto ha modificado profundamente el hábitat original que solo permanece intacto en pequeños sectores.
Parque Nacional Campos del Tuyú (FVSA) |
Los cultivos de soja, maíz, trigo han sustituido a las especies originales o se han visto desplazados por la actividad ganadera y los centros urbanos. A ello debe sumarse la introducción de especies exóticas, tanto vegetales como animales. Los grandes herbívoros, como el venado de las pampas, casi han desaparecido y son muy raros los carnívoros, como el puma o el zorro, debido a la presión sobre su hábitat, la caza indiscriminada, y la falta de áreas de conservación: apenas 0,15 % del territorio se encuentra bajo algún tipo de protección ambiental. En una iniciativa de APN y Fundación Vida Silvestre Argentina se dio forma a la fundación del primer parque nacional en territorio bonaerense: Parque Nacional Campos del Tuyú, con unas tres mil hectáreas para la protección de la vegetación nativa y de una población relictual de venado de las pampas.
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