RAMIREZ Y LOPEZ: RESISTENCIA Y TRAICIÓN EN EL LITORAL


En marzo de 1816 el capitán de blandengues, Estanislao López se sumó a la rebelión santafesina contra las tropas de ocupación porteñas comandadas por Juan José Viamonte. Aunque esto provocaría poco después la renuncia del entonces Director Supremo Álvarez Thomas y el reconocimiento por parte de Buenos Aires de la autonomía de la provincia, el enfrentamiento entre el aristocrático porteñismo directorial y la liga artiguista del Litoral continuaría por muchos años más.





En 1817, cuando el Director Supremo Pueyrredón envió al coronel Luciano Montes de Oca a Entre Ríos con 500 hombres, Francisco “Pancho” Ramírez cayó sorpresivamente sobre las tropas porteñas y las derrotó completamente en Arroyo Ceballos. Lo mismo haría poco después en Saucesito, cuando una nueva fuerza hozó penetrar en la provincia al mando de Marcos González Balcarce. Estos triunfos llenarían al jefe entrerriano de un gran prestigio. En la Banda Oriental, mientras tanto, las tropas portuguesas avanzaban con el silencioso consentimiento de Buenos Aires que veía con agrado el paulatino aniquilamiento de las fuerzas del enemigo Artigas.

En julio de 1818 Estanislao López se proclamó Gobernador de Santa Fe y el directorio avanzó una vez más contra la provincia, pero López venció sin dificultad a las fuerzas dirigidas por Bustos y Balcarce. Luego de incendiar Rosario los porteños se retirarían derrotados y hostigados por las montoneras santafesinas. En enero de 1919, Viamonte caería nuevamente ante López en Carcarañá, aun contando con una fuerza muy superior en número. Sin embargo, López se mostraría dispuesto a transigir al conocer las intenciones directoriales de enviar en su contra a los ejércitos de Belgrano y San Martín. El 12 de abril de 1819 se firmaba el Pacto de San Lorenzo, un armisticio a espaldas del supremo jefe oriental. En mayo de ese año el Congreso sancionó la Constitución que consagraba el unitarismo porteño y desconocía por completo los reclamos provinciales.

Luego de la renuncia de Pueyrredón en enero de 1820, el nuevo Director Supremo José Rondeau concentró sus fuerzas en Luján y ordenó al Ejército del Norte al mando del general Cruz prepararse para iniciar operaciones sobre el litoral, pero estas tropas serían sublevadas en Arequito por Bustos. Igualmente Rondeau avanzó hacia San Nicolás dispuesto a enfrentar a los federales. López y Ramírez unieron entonces sus fuerzas y lo derrotaron fácilmente en la cañada de Cepeda, el 1° de febrero de 1820. Desconociendo nuevamente la autoridad de Artigas, el 23 de febrero, Sarratea, López y Ramírez firmaban el Tratado de Pilar.

Luego de la derrota definitiva de Artigas en Tacuarembó en manos de los portugueses, se enfrentó a Francisco Ramírez que se negó a reconocer su autoridad. En Las Guachas se produjo el primer encuentro y quince días después el enfrentamiento final en Ávalos, donde Ramírez saldría vencedor. Artigas marcharía entonces al exilio en el Paraguay donde moriría en la pobreza el 23 de septiembre de 1850. El nuevo caudillo federal sería declarado “Jefe Supremo de la República de Entre Ríos", el 24 de noviembre de ese año.

Mientras el Supremo dirimía sus diferencias con Artigas, su aliado en Santa Fe se enfrentaba a Manuel Dorrego, gobernador militar de la provincia, y al joven comandante de campaña Juan Manuel de Rosas. Aunque el segundo buscó un entendimiento con López, Dorrego, que esperaba una victoria categórica, se enfrentó al mismo en Pavón y penetró luego en la provincia. Pero una vez en Santa Fe, los porteños serían derrotados fácilmente en El Gamonal. Está acción, permitiría el largamente buscado entendimiento entre Santa Fe y Buenos Aires y llevaría a la gobernación a Martín Rodríguez y el partido rivadaviano.

Sintiéndose fuerte y considerando que Buenos Aires no había cumplido con el Tratado de Pilar, el Supremo entrerriano decidió cruzar el río Paraná para desalojar a su antiguo aliado, Estanislao López que ahora contaba con el apoyo de las fuerzas del nuevo gobernador porteño. En mayo de 1821 comienzó la guerra cuando las tropas entrerrianas invadieron Santa Fe y se enfrentaron a las fuerzas dirigidas por López, Aráoz Lamadrid y Bustos que luego de varios enfrentamientos intentaban cerrarles todos los caminos. El 10 de junio, Ramirez sería definitivamente derrotado en Río Seco por Francisco Bedoya y al volverse para rescatar a su amante La Delfina, sería muerto de un pistoletazo en el pecho. La cabeza del Supremo Entrerriano fue separada del cuerpo y enviada a López que ordenó su embalsamamiento y su exhibición en una jaula de hierro.  

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