LA CAIDA DEL INCA

El emperador incaico Huayna Capac murió en 1525 al contraer viruela, una de las enfermedades traídas por los españoles al Nuevo Mundo y diseminada tras la conquista de Tenochtitlán. Al morir el inca, el imperio ya estaba en decadencia: se sucedían las guerras, rebeliones y matanzas; mientras la casta dominante, los orejones, se hundía en la holgazanería, los lujos, la bebida y las mujeres.

Huascar, el hijo de la coya o esposa principal del inca, fue elegido como sucesor y coronado en Cuzco. Pero muchos miembros de la nobleza no aceptaron al nuevo inca, considerando que no reunía las condiciones necesarias. Atahualpa, uno de los hermanos de Huascar vivía en Quito, en el norte. Al principio aceptó el nombramiento de su medio hermano, pero pronto estallaría la guerra civil cuando se propuso citar a todos sus hermanos a Cuzco para eliminar toda oposición.

Huascar gobernaba Cuzco, la capital del imperio, y tenía el apoyo de la mayor parte del pueblo. Atahualpa, coronado en Quito, contaba con el ejército más grande y con los mejores generales Chalcuchima, Quisquis y Rumiñahui.

La guerra sería cruenta, al principio Huascar avanzaría con su ejército e intentaría tomar Quito, pero sería rechazado. La batalla final se produjo en Apurimac, donde los quiteños resultaron victoriosos y tomaron prisionero a Huascar. Las tropas de Atahualpa entraron en Cuzco y masacraron a todos los parientes del inca, Huascar fue torturado y llevado ante la presencia de su hermano que lo mantuvo prisionero.

Era el año 1532 y mientras Atahualpa festejaba el triunfo sobre Cuzco, recibió noticias sobre unos hombres blancos barbados que se acercaban: eran las huestes de Francisco
Pizarro y Diego Almagro que con 170 soldados pretendían conquistar el imperio más grande de América. El 16 de noviembre Atahualpa concurrió a entrevistarse con los españoles en la plaza de Cajamarca acompañado con ocho mil sirvientes pero con solo 200 soldados. En la plaza el sacerdote español Vicente Valverde ofreció al inca una Biblia y le exigió su conversión al cristianismo y su sometimiento al rey Carlos V. Cuando Atahualpa rechazó con desprecio el libro sagrado, Pizarro desenvainó su espada y comenzó el ataque con armas de fuego, caballos y espadas. En medio de la masacre el inca fue capturado y confinado como prisionero.
Desde su prisión y para evitar un pacto entre los españoles y Huascar, Atahualpa ordenó su ejecución. Luego, conociendo la codicia de los españoles, les ofreció un fabuloso rescate: una habitación llena de oro hasta la altura de un hombre y dos de plata a cambio de su libertad. El botín fue rápidamente reunido y entregado, pero los españoles no liberaron al Inca. Temerosos de un intento de rescate por parte de sus generales, sometieron al inca a juicio y lo condenaron a morir en la hoguera acusado de traición y de adorar dioses falsos. A último momento Atahualpa aceptó ser bautizado bajo la religión católica y cambiar así su castigo por el ahorcamiento. Tras su muerte los españoles coronaron a un joven noble llamado Tupac Huallpa y con el avanzaron hacia Cuzco.
Imágenes: LIFE

Comentarios

I.B. ha dicho que…
Foarte interesant.
victor ha dicho que…
cho creop ques sta bienm q todo`p esto se este dando en una pagina super interesant4 peero cria que athialpa habia matado a su hermano y tomafo chicha de jora con el craneo de su brotheerp

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